top of page

La porra

  • Foto del escritor: Lucía P. Álvarez
    Lucía P. Álvarez
  • 12 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 13 abr 2020

Solamente he hecho dos porras en mi vida. No las de desayunar, sino las de apostar. La de la final de la Champions de 2014 (aposté por un 1-0 con mucho miedo) y la de qué personajes morirían en la última temporada de 'Juego de Tronos' (acerté las seis, aunque creía que serían más). Y ahora mismo, en tiempos del coronavirus, nos aventuramos a hacer porras sobre cuándo se va a acabar el confinamiento.


Hacer una porra es emocionante y competitivo, un ejercicio que sirve para obtener reconocimiento y vanagloriarse luego diciendo "te lo dije". Pero para hacer una porra hay que adelantarse a los acontecimientos en base a una experiencia previa que, en este caso, no tenemos.


El gobierno ha prorrogado el estado de alarma hasta el 26 de abril. Todavía no se sabe si se va a prolongar más, pero Pedro Sánchez ha insinuado que sí. El coronavirus y sus consecuencias se han convertido en el único tema de conversación del momento, por lo que mi círculo más cercano de amigos se pregunta cuándo volveremos: Elena cree que el 26 se va a levantar parte de la cuarentena, al menos para que nos dejen hacer deporte al aire libre; Jose cree que volveremos el 4 de mayo, en parte por su carácter optimista, en parte porque está muy cansado de la situación; Marlen y Paz son más conservadoras y hablaron de finales de mayo; Belén está convencida de que, de volver en mayo, tiene que ser siempre después del puente de San Isidro; Fani también cree que vamos a volver alrededor del 15 de mayo porque así se cumplirían dos meses de confinamiento y yo tiro de prudencia (y negatividad) para pensar que esto se va a extender hasta finales de junio para evitar nuevos contagios. No sería un confinamiento total como ahora, pero nada de ir a lugares de ocio con aglomeraciones, es decir, mi vida cotidiana.


Es interesante hacer este tipo de cábalas. Personalmente, yo he intentado analizar la situación en base a leer un artículo sobre Wuhan o a la curva de infectados de Italia. Vivimos en una incertidumbre de tal calibre que paso gran parte del día leyendo artículos sobre cómo vivía la gente tras la gripe de 1918 o la peste negra, solo por intentar ver similitudes. Entono el mea culpa y reconozco que de mi boca han salido frases como “en verano el bicho muere”, “en octubre habrá una segunda oleada” o “espérate tú como se muera Boris Johnson”. Opinar sobre lo intangible y lo desconocido me da vidilla y por eso escribo sobre esto. Lo escribo aquí para hacer un ejercicio de autorreflexión sobre lo ridícula que estoy siendo.


Soy oficialmente una cuñada, pero espero no acabar nunca como este meme de Manolete.




Comments


  • Negro del icono de Instagram
  • Icono negro LinkedIn

©2020 por Lucía Pérez Álvarez

bottom of page