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No ser consciente de que llevas un mes confinada

  • Foto del escritor: Lucía P. Álvarez
    Lucía P. Álvarez
  • 11 abr 2020
  • 2 Min. de lectura

Llevo cuatro semanas aislada sin salir de casa y, personalmente, debo decir que sigo sin ser consciente de la situación. Ni yo misma sé explicarlo. Es como si mi cerebro evitase el dramatismo, evitase asimilar que estamos encerrados para no contagiarnos y crease una ilusión en la que simplemente estamos en casa porque no tenemos planes durante un período indefinido de tiempo. Como leo menos las noticias para no abrumarme, no me doy cuenta de estar viviendo una realidad distópica hasta que tengo que ponerme unos guantes y una mascarilla para salir a por el pan. Así son las cosas ahora.


La pandemia del coronavirus me cogió de improviso, como cuando se va la luz y te das cuenta de que necesitas la electricidad para hacer un simple té. Mis amigas y yo estamos de acuerdo en que los días se nos pasan rápido dentro de la monotonía del confinamiento, aunque sabemos que somos terriblemente afortunadas por tenernos las unas a las otras. La realidad se nos hace más liviana, más ligera. Y es que las cifras de contagiados y fallecidos están totalmente deshumanizadas. Los expertos solamente hablan de aplanar la curva, pasar el pico de la curva y evitar un segundo brote, por lo que se hace difícil analizar que va a haber un antes y un después del covid-19.


La última vez que mis amigas y yo salimos juntas de casa fue justo hace cuatro semanas, cuando nos acercamos a la Puerta del Sol para donar sangre. Era el primer día del decreto del estado de alarma y la policía empezaba a patrullar pidiendo que se guardase la distancia mínima de seguridad y que nos fuésemos a casa. Elena dio declaraciones a un corresponsal de AFP y Fani se gastó quince euros en tres mascarillas, un bien muy preciado en estos tiempos.


Evidentemente me hago ilusiones o me agobio con los planes a la vuelta del confinamiento. Algunas autoridades han dicho que es posible que el 26 de abril podamos hacer “vida normal”, algo que, a estas alturas, nadie sabe qué significa. Por el momento, esta es la lista de las cosas nuevas que he hecho este mes de cuarentena:


  • Cumplir 26 años

  • Cocinar para cuatro personas

  • Conocer a los vecinos

  • Hacerme cuenta en Houseparty y tener que eliminarla por espionaje

  • Hacer videollamada con mis padres

  • Nuevo récord de audio a Marina. 10 minutos 51 segundos

  • Retomar relaciones acabadas

  • Escuchar un audiolibro en portugués

  • Hacerme cuenta en Disney+ para solo ver Infinity War, Endgame y Mulán

  • Ver a Rory Gilmore entrar en Yale

  • Escuchar a Humphrey Bogart hablando español

  • Probar vino caliente casero

  • Probar un torrezno

  • Comprar una copa menstrual

  • Empezar un MOOC de programación y dejarlo

  • Casi se me cierra el agujero de los pendientes

  • Convencer a mis amigas de que vean 'The Leftovers'

  • Hacer yoga en una silla

  • Leer 'Lolita'




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©2020 por Lucía Pérez Álvarez

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